viernes, 13 de septiembre de 2013

La salud y el fracking



La técnica de fracking aplicada a la obtención de gas y petroleo es actualmente motivo de controversia y enfrentamiento entre los posibles problemas ambientales y de salud con los beneficios económicos de la técnica. EEUU es el país en el que esta técnica está más extendida con la realización de miles de pozos anuales. Desde hace años se han venido conociendo quejas de ciudadanos y organizaciones sobre los efectos  en la salud. Por otra parte, las empresas de shale gas han venido defendiendo la seguridad de la técnica y los beneficios energéticos. Hace poco tiempo que la EPA (Agencia de Protección Ambiental) contribuyó a aumentar la alarma, al difundir la prensa tensiones entre funcionarios federales y locales en lo que podría ser la ocultación de un caso de contaminación de agua para consumo humano.

Mediante el proyecto "Salud ambiental del suroeste de Pennsylvania" se inició un estudio para analizar la influencia de esta técnica en la salud humana. Es necesario destacar que este estudio parte de una organización no gubernamental y sin ánimo de lucro.

El trabajo, aunque limitado en la muestra empleada,  resulta interesante por ser uno de los primeros intentos de estudiar los posibles impactos en la salud y establecer un decálogo de signos y síntomas clínicos de las posibles afectaciones.

Se trabajaron con 27 personas que creían verse afectadas, en el condado de Washington. De todas ellas,  7 presentaban erupciones y problemas cutáneos, 4 presentaban irritación y afectación en la conjuntiva ocular, 13 personas presentaban problemas respiratorios y 3 padecían cefaleas y mareos frecuentes. Este estudio se ha elaborado durante 18 meses y se partía de que estas personas no se presentaban afectadas antes de esta fecha.

Aunque es una muestra pobre en número y su aplicación estadística sería discutible, parecería que la principal vía de contaminación sería aérea. Los problemas cutáneos parecen los únicos relacionados con el agua. Así, el procesamiento y transporte del gas podría suponer la causa de mayor afectación. Es de destacar los altísimos niveles de contaminación del aire encontrados en dos viviendas cercanas a una estación de procesamiento en el condado de Washington. Los niveles de contaminación en el interior de las casas fueron de hasta 4 veces superior a la media atmosférica local.

Un informe previo había encontrado compuestos tóxicos como el benceno, tolueno y formaldehído.  Científicamente esta comprobado que la exposición prolongada al benceno puede alterar el sistema inmunológico y causar cáncer. El tolueno puede causar episodios de somnolencia extrema, confusión y a largo plazo, daño cerebral.

Defensores de la técnica no parecen negar estos hechos pero resaltan que la extracción de gas ha influido en que se consuma menos carbón y por tanto se evite la emisión de hollín, óxido nitroso y dióxido de azufre.

Algunas voces autorizadas reconocen la pequeña muestra del trabajo realizado y la necesidad de aumentar la investigación en este campo. Así, Brown, uno de los autores, reconoce que el trabajo ha sido "mucho más difícil de los que pensaba que iba a ser", pero se han hecho progresos sustanciales.







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