lunes, 25 de noviembre de 2013

En México se pide la dimisión del presidente de Repsol



En un hecho sin precedentes, Emilio Lozoya, presidente de Pemex, pidió en el Parlamento de México, la dimisión de Antonio Brufau, presidente de Repsol. 

Lozoya destacó los  escasos resultados de la compañía y el elevado salario de Brufau que no se justificaría por los resultados obtenidos.

 En la actualidad,  Pemex dispone de casi un 10% de Repsol. La compañía española se ha caracterizado, desde su nacimiento como empresa privada,  por la ausencia de un núcleo de accionistas fuerte y relacionado con el sector.

Antonio Brufau, es persona señalada por la falta de diplomacia en algunas declaraciones. Hace poco más de una semana leíamos sobre sus desavenencias con Paulino Rivero, presidente de Canarias. En el caso de Lozoya, de momento, mantiene silencio.

La compañia de hidrocarburos Pemex, propiedad del Estado mexicano, presentó pérdidas anuales por un valor de 5000 millones de euros.

En cualquier caso, las aguas están todavía oscuras y revueltas y no permiten llegar a ver el fondo. Existen otros actores, como Carlos Slim y Peña Nieto, con un papel borroso en la representación de este melodrama. 

Si ya en el pasado, una actuación discutible del entonces presidente Zapatero contribuyó a que Endesa dejará de ser española para ser italiana, la posibilidad de una Repsol mexicana sería vivida como un drama en un momento que parece puesto el cartel de "se vende",  en España.

La paradoja de la situación se produce en que ambas compañías españolas nacieron de empresas estatales y después de haber sido privatizadas, acaben siendo otra vez estatales pero de estados extranjeros. 


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