lunes, 1 de septiembre de 2014

Las compañías petroleras realizan peligrosamente el fracking cerca de las fuentes de agua









Publicado en Digital Journal


28 de agosto de 2014




Según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford, las compañías de petróleo y gas realizan el fracking mucho más cerca de lo que se pensaba de las fuentes de agua subterráneas.

La investigación - liderada por Robert Jackson, profesor de Ciencias Ambientales de Ciencias de la Tierra y el investigador asociado, Dominic DiGiulio - examinaron dos campos de gas en Wyoming, Wind River y Fort Union, actualmente en fase de exploración a través de la fractura hidráulica.

El fracking, como se le conoce más comúnmente, se refiere al proceso por el cual las empresas o personas accedan a depósitos previamente inalcanzables de petróleo y gas natural. Mediante la inyección de millones de galones de líquido - típicamente agua mezclada con una suspensión de productos químicos, arena y óxido de aluminio - bajo presión interna y perforación, los buscadores pueden romper formaciones rocosas subterráneas densas que permiten que los hidrocarburos buscados fluyan más libremente hacia la superficie.

Aunque un gran porcentaje de los aditivos químicos utilizados para el fracking son generalmente considerados "inofensivos", un número incómodo son "carcinógenos y neurotoxinas conocidas."

A pesar de esto, la fracturación hidráulica es regulada ligeramente por las autoridades federales.

Goza de grandes exenciones de la Ley de Agua Segura de 1974 y protecciones importantes a partir de la Ley de Política Energética de 2005, entre ellos - increíblemente – la autoridad legal para hacer fracking en los recursos hídricos subterráneos.

A pesar de su legalidad, líderes de la industria del fracking niegan que siquiera tenga que romperse en cualquier lugar cerca de fuentes de agua potable, ya que, los ricos yacimientos de petróleo y gas se encuentran a profundidades mucho mayores (normalmente miles de pies) que los acuíferos relativamente poco profundos ( típicamente no más de 750 pies).

Sin embargo, como Jackson y DiGiulio ilustran en el estudio, las empresas que operan en las regiones de Wyoming emplean procesos de fracking a profundidades tan someras como 700 pies - al alcance de los recursos de agua potable subterráneos.

Tomando esto en consideración, es importante tener en cuenta que el estudio publicado por el equipo de Stanford no encontró contaminado el agua potable cerca de los sitios de Wind River o Fort Union. Pero DiGiulio concluyó que la actividad de la industria de la fracturación hidráulica está "mal documentada, lo que dificulta la evaluación de daños a los recursos potenciales y la exposición humana"

Su estudio confirma que el fracking tiene lugar a profundidades mucho menos profundas que se pensaba y hay en el camino pocos datos para predecir con precisión el potencial de costos para el ser humano humano, y muchos ambientales, s para este tipo de prácticas peligrosas.

Por ahora, los legisladores no piensan en aumentar la supervisión federal de las más de 1 millón de operaciones de fracturamiento hidráulico que tienen lugar actualmente en los Estados Unidos.


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