jueves, 2 de junio de 2016

La canadiense BNK renuncia a uno de sus proyectos de ‘fracking’ en Burgos


Pancarta contra el fracking en la provincia de Burgos.






Publicado en El País
Por Manuel Planelles
2 de junio de 2016 


La empresa achaca su decisión a la "incertidumbre" política y a "motivos técnicos"


La canadiense BNK, que aspiraba a convertirse en la primera empresa en utilizar el fracking en España para extraer gas, ha renunciado al permiso que estaba tramitando ante el Gobierno de Castilla y León para realizar seis pozos al norte de Burgos. La compañía sostiene que abandona por "las incertidumbres en la legislación" y por "motivos técnicos". "Hay muchas incertidumbres para acometer una inversión así", ha señalado una portavoz de BNK, que cifra en 61 millones el presupuesto de ese proyecto. 

BNK era la empresa que más avanzados tenía los trámites para utilizar la fractura hidráulica en España, una técnica que consiste en inyectar a través de los pozos agua y productos químicos a presión para romper las rocas en las que se alojan el gas y el petróleo. Había puesto el foco en el norte de la provincia de Burgos, donde los expertos estiman que hay reservas de gas no convencional.

La compañía solicitó en diciembre de 2014 permisos para emplear la técnica en dos zonas. En el caso del proyecto Sedano, el yacimiento está en Castilla y León, por lo que las autorizaciones se tramitaban ante la Administración regional. Hace 15 días, BNK comunicó a la Junta que renuncia a seguir con este proyecto, que estaba pendiente de una declaración ambiental favorable. BNK quería abrir seis pozos en los que se emplearía el fracking y que alcanzarían una profundidad de 3.000 a 4.500 metros. Los sondeos estaban planeados en Merindad del Río Ubierna y Valle de Sedano.

El segundo proyecto de BNK se llama Urraca. Aunque todos los pozos en este caso están en la provincia de Burgos, parte del área de influencia se adentra en el País Vasco. Al afectar a dos comunidades los permisos se tramitan ante el Gobierno central. La portavoz de BNK asegura que, "de momento", la compañía sigue adelante en este segundo caso y está a la espera de las noticias desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que tiene que evaluar el proyecto. Urraca tiene un coste de 45 millones.

“Gran Victoria”

En los municipios en los que estaba previsto que BNK empleara el fracking había un gran rechazo a esta técnica. Ecologistas en Acción ha interpretado este jueves que la retirada supone "una gran victoria para el movimiento antifracking, que durante años ha mantenido una fuerte oposición".

Entre los partidos mayoritarios solo el PP lo defiende y en su último mandato modificó varias normas para incentivar su uso. Pero, tras las elecciones de diciembre, la nueva mayoría en el Congreso instó al Gobierno a prohibir su uso y a suspender los permisos expedidos, aunque sean solo de investigación, como es el caso de BNK. La canadiense primero tendía que obtener las autorizaciones para usar la técnica en la exploración; si los resultados hubieran sido positivos, tendría que haber iniciado otro proceso administrativo para la fase de explotación.

La enmienda contra esta técnica aprobada en el Congreso a finales de marzo contó con el apoyo de ERC, PSOE, Podemos, PNV y Democràcia i Llibertat. Ciudadanos, aunque se mostró muy duro contra el fracking y sus riesgos, finalmente, se abstuvo.



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