jueves, 11 de agosto de 2016

Las pensiones privadas, un fracaso anunciado










Publicado en Nueva Tribuna
Por Edmundo Fayanas Escuer
6 de agosto de 2016 


Hace 20 años el Círculo de Empresarios junto a la CEOE invitaron a José Piñera, para que diseñara un plan de pensiones privadas como las que realizó en Chile para España.


El 25 de julio se produjeron grandes manifestaciones en todo Chile en las que participaron más de 750.000 personas clamando contra las pensiones privadas existentes en el país. Para el subsecretario de Hacienda del actual gobierno de Chile “Este tema quizá es más importante que la educación”.

Como era de prever, ningún medio de comunicación español se ha hecho eco del problema de los pensionistas chilenos y menos cuando cuestionan las pensiones privadas.

La privatización del sistema de pensiones se remonta a la dictadura de Pinochet, cuando el ministro neoliberal José Piñera ministro de Trabajo, prometía a todos los trabajadores que se jubilarían con la mayoría de su sueldo intacto. La realidad ha sido que la mitad de los trabajadores que optaron por el sistema privado se van a jubilar con una pensión inferior al 21% de su salario como trabajadores.

El trabajador chileno tiene que optar por continuar en el sistema público o irse a uno privado. Veamos cual es el resultado de ambas elecciones. Hablamos de dos técnicos de laboratorio, que cobran 730 dólares mensuales y se retiran con la misma edad y años de cotización. Uno se apunta al sistema público y el otro al privado.

En ese momento, el que eligió el sistema privado le queda una pensión de 240 dólares mensuales y la duración de su pensión es de veinte años. Si ese trabajador vive más de veinte años desde que se jubila, se queda sin nada. El que eligió el sistema público de pensiones le queda una pensión de 540 dólares para toda la vida.

La cuantía media de la pensión privada en Chile actualmente es de 270 euros al mes cuando el salario mínimo es de 346 euros al mes. El 79% de las pensiones privadas de las pensiones está por debajo del salario mínimo y el 44% ni siquiera supera el umbral de la pobreza.

Como vemos el resultado de la privatización de las pensiones ha sido una ruina para los cientos de miles de chilenos que optaron por las pensiones privadas, pero un gran negocio para los bancos y aseguradoras. Para confirmar estos datos, deben de saber que entre los años 2010 y 2015 estas entidades financieras duplicaron su beneficio. En los nueve primeros meses del año 2015 sus plusvalías aumentaron en el 71,4%. Las pensiones privadas significan miseria para muchísimos chilenos y grande beneficios para el sistema financiero.

¿Se habrán arrepentido los jubilados de la derecha chilena de la privatización de sus pensiones? Creo que .

Es un simple aviso para esos centenares de miles de jubilados españoles que votan al Partido Popular, sin analizar lo que les proponen, pero que nos están llevando paso a paso al fracasado modelo privatizador chileno.

Hace veinte años el Círculo de Empresarios de España junto a la CEOE invitaron a José Piñera, para que diseñara un plan de pensiones privadas como las que realizó en Chile para España. Afortunadamente nunca se llevó a cabo.

Vemos diariamente como los medios de información españoles, así como las entidades financieras nos anuncian el fin de las pensiones públicas. Para ello, usan y divulgan informes demográficos manipulados y no permiten que otras opiniones como la mía y de otros muchos economistas pongan en cuestión sus objetivos. El fin de todo esto es atemorizar a la población con un mensaje claro “no van a tener ustedes pensiones y si ustedes quieren tener una vejez maravillosa, hágase un plan de pensiones privado”.

Mi mensaje es totalmente distinto y consiste en:”las pensiones públicas dignas son viables y como ciudadanos que hemos contribuido a la Seguridad Social durante años, quiero mi pensión. Defendamos las pensiones públicas en contra de estos buitres financieros”.

Como verán, está clarísimo que los fondos de pensiones privadas, como se demuestra diariamente, son un desastre económico y social para sus suscriptores, pero un gran beneficio para las entidades financieras.

A lo largo de estos años con el PP en el poder, se nos han vendido las bondades de los sistemas privados de pensiones ¿Saben que rentabilidad han tenido los fondos de pensiones privados en los últimos quince años?

La respuesta la da el profesor Pablo Fernández en su estudio “Rentabilidad de los fondos de pensiones en España 2000-2015”. La rentabilidad ha sido del 1,58%, si a ello le deducimos las comisiones bancarias, gastos de mantenimiento que nos aplican los bancos y que oscilan entre 1,5 y 2% anual, comprobaremos que la alternativa privada de los fondos de pensiones es una catástrofe para los inversores de estos fondos y sí el gran chollo para los bancos, que tienen cautivos unos 90.000 millones de euros.

Estas entidades financieras que hacen gala de su liberalismo y que sistemáticamente nos recuerdan la libertad de mercado, no dudan en reclamar y solicitar al gobierno subvenciones para sus planes de pensiones privados, una vez más asistimos al dicho socializar pérdidas y privatizar beneficios.

Son las mismas empresas que reclaman la disminución en gastos sociales por que les quitan competitividad. Empecemos entonces por quitar los 2.000 millones de euros que cuestan al Estado las subvenciones a los planes de pensiones privados y destinemos ese dinero a la sostenibilidad del sistema público de pensiones.

Si tan maravilloso son las pensiones privadas, es obvio que no necesitan del estimulo de estas subvenciones y además darían un ejemplo palpable en su defensa de la libertad de mercado sin el apoyo del Estado.

Es muy importante, que todos los españoles indiferentemente de la ideología de cada uno, tomemos conciencia de lo que significa poder llegar a la jubilación después de una vida de duro trabajo y tener una pensión digna y asegurada. De ahí es que debemos levantar un clamor en toda la población española reclamando el mantenimiento del sistema público de pensiones para que nadie ose ya nunca más cuestionarla y que el Estado las garantice.

Pero para conseguirlo sólo hay un camino. En primer lugar, tomar conciencia de lo que todos nos jugamos y vayamos sumando gente que esté dispuesta a luchar por algo que ya habíamos conseguido y que ahora nos pretenden quitar los entidades financieras.

En este artículo invito a todos los ciudadanos españoles a tener un objetivo que abarca todos los intereses de la mayoría, cual es la defensa de las pensiones públicas. Esto no es ideología es derecho ciudadano a una vejez digna y a la que todos llegaremos ya seamos jóvenes o mayores.

No a las pensiones privadas y sí a unas pensiones públicas dignas para todos los españoles, este es el grito que nos debe unir y hacer que todos la apoyemos.



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