martes, 14 de febrero de 2017

El almacenamiento de energía experimentará un auge en 2017







Publicado en Oil Price
Por Michael McDonald
10 de febrero de 2017


El problema actual con la red eléctrica no es la falta de electricidad, sino más bien la falta de ella en determinados momentos. Los Estados Unidos se han desplazado progresivamente hacia la adición de energía renovable a la red, pero la energía solar y eólica son más bien intermitentes. Lo peor de todo, parte de esta energía se desperdicia por completo debido a nuestra red no es capaz de almacenarlo adecuadamente. Tesla, junto con otras empresas, ha comenzado a resolver este problema acuciante.

Tres nuevas plantas de almacenamiento están en las obras y son diferentes a todo lo visto anteriormente. Las plantas serán completamente dependientes del almacenamiento con iones de litio. La alimentación con baterías de litio ha visto reducciones rápidas de los precios en el pasado gracias a varios de años de gran demanda de coches eléctricos. Tesla también está desarrollando una gigafactory en Nevada para producir en masa estas baterías, algunas de las cuales serán utilizados en la planta de almacenamiento. AES Corp . y AltaGasLtd . son las otras dos compañías que están creando plantas de baterías en California. La planta AltaGas se activó el 27 de enero. AES tiene otra planta de baterías en Arizona programada para entrar en funcionamiento en los próximos meses, así como un proyecto internacional en la India.

Estas plantas reducirán el número de apagones debidos a la escasez de energía en horas punta y evitarán la pérdida de energía generada que no se utiliza. Cuando se trata de las energías renovables no hay prácticamente ninguna emisión de dióxido de carbono o de riesgo de derrames con daños al medio ambiente. La electricidad generada a partir de fuentes renovables se almacenará de manera adecuada y refuerza la idea de que nuestra red de energía puede realmente ser más ecológica.

Esto no es un buen augurio para los productores de combustibles fósiles. Las instalaciones de combustión que utilizan combustibles fósiles ven esto como una amenaza a su imponente industria. Con el 67 por ciento de nuestra red que actualmente dependen de la energía no renovable, podría haber una parte considerable de cuota de mercado en juego. La presión para reducir el cambio climático tiene a gobiernos que apuestan por estas baterías. El presidente Trump, sin embargo, ha prometido traer el carbón y la producción de crudo a un nuevo nivel de actividad. Los economistas no están seguros de cómo su política puede llegar a no quedar en nada, pero todo esto garantiza a los productores de petróleo un poco de tiempo dulce antes de que esta adaptación sea inevitable…



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