jueves, 4 de mayo de 2017

El carbón de Goldman Sachs provoca problemas sanitarios en Asturias



Carbón colombiano acumulado en el puerto gijonés de El Musel.JUAN PLAZA / LNE



Público
Por JOAQUÍN DEL RÍO
28 de abril de 2017


Asturias encabeza estadísticas de problemas sanitarios como consecuencia, en parte, del almacenamiento en la región de carbón colombiano con metales pesados que flotan en la atmósfera.


Asturias encabeza estadísticas de problemas sanitarios como consecuencia, en parte, del almacenamiento en la región de carbón colombiano con metales pesados que flotan en la atmósfera. Tal como dijo Público hace años, esas cargas se acumulan en depósitos alimentados por la financiera multinacional Goldman Sachs para el mercado de futuros.

La cuestión enfada mucho a los asturianos, que llevan años viendo morir las minas de carbón autóctono y ahora son almacén para los negocios de una de las empresas causantes de la crisis internacional, sin que digan nada los Gobiernos autonómico y central. El control de los materiales que entran y salen por los puertos no es competencia de las administraciones locales y regionales, sino del Estado (a través de las aduanas), pero sí los problemas de salud que pueda sufrir la población.

Expertos consultados por este periódico explican: “De todos los contaminantes del aire, el material particulado tiene el mayor efecto en la salud humana. Las partículas finas se asocian con un amplio espectro de enfermedades agudas y crónicas, tales como cáncer de pulmón y enfermedad cardiopulmonar. Otros contaminantes derivados de los combustibles fósiles y que se emiten a la atmósfera incluyen el dióxido de azufre (SO2), los óxidos de nitrógeno (NOx) y el monóxido de carbono (CO). Los contaminantes secundarios y la exposición a ellos pueden desencadenar otros tipos de patologías: la exposición a plomo, que se acumula en órganos y tejidos, conlleva problemas de aprendizaje, daño al sistema nervioso y cáncer; la inhalación de monóxido de carbono interfiere con la entrega de oxígeno, causando mareos, dolor de cabeza, daño neurológico y en el peor de los casos la muerte; el ozono disminuye la función pulmonar, genera irritación de los ojos y bronco-constricción; la exposición a asbesto, mercurio, dioxinas, algunos compuestos orgánicos volátiles (COV) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH) puede causar cáncer, efectos perniciosos sobre la reproducción, daño neurológico y daños respiratorios”.

Los conocedores de las operaciones temen que éstas se difundan, porque en ellas participan nombres mal considerados públicamente, como la propia Goldman Sachs, el empresario Victorino Alonso y, probablemente, Xstrata Glencore. Es más, nadie quiere hablar de los trajes que utilizan para manipular el material los empleados de European Bulk Handling Instalation (EBHISA), una sociedad de capital mixto controlada por el puerto de Gijón y en la que participan Arcelor y Energías de Portugal (Hidroeléctrica del Cantábrico, antes; Electricidade de Portugal, después). Los trajes son como esa ropa aislante que todo el mundo conoce por las imágenes del accidente nuclear de Fukushima.

Pero el tema ha comenzado a trascender, porque mucha gente se pregunta cuál es el origen de la elevada incidencia de ciertas enfermedades en Asturias o del súbito empeoramiento de la calidad del aire –desde hace años, los estudios ambientales son demoledores–. Y hay hasta grupos de opinión que empiezan a hablar de “el infierno de El Musel”, para referirse a lo que está pasando en los puertos de Gijón y Avilés y en el parque de carbones de Aboño, situado en la costa entre ambas poblaciones.

Un gigante carbonero

La actividad carbonífera de Goldman Sachs es menos conocida que la financiera, pero tiene su importancia. A través de su filial Colombia Natural Resources posee cuatro minas a cielo abierto en Colombia, un puerto para la exportación de la hulla y un ferrocarril para transportarla…



Para acceder a la noticia COMPLETA,


No hay comentarios:

Publicar un comentario